Me piro a Berlín

Viajar es hacer realidad las imágenes que descubrimos en nuestro sueños. Llevar a cabo las visitas de lugares que vemos por la tele, en fotografías o nos cuentan nuestras amistades. Para mí viajar es cumplir etapas, pensar un sitio y decir: allá voy. Hace unos años me planteé una serie de destinos a los que quería acudir a lo largo de la vida. está claro que me gustaría conocer todos los países, todas las ciudades, todos los rincones de este bello planeta. como no viviré un millón de años, me dije- coño hay que ponerse las pilas. Por tanto voy a invertir todo mi dinero en viajes, porque viajar es apender y aprender viajando es vida. Quedáis avisad@s, si queréis conocer algúna metrópoli o un pueblo perdido en la el Caribe costarricense, tenedlo claro: soy vuestro hombre.



De momento me piro a Berlín, una ciudad que resume la historia de Europa mejor que ninguna otra. La capital alemana, con sus 4 millones de habtantes es el iel reflejo de una urbe antigua y moderna, que combina el capitalismo y el comunismo, el lujo y la desvergüenza, las visitas culturales y las fiestas electrónicas en mdio de una nave rodeado de hippies-punkis. Siempre he querido ir a Berlín, recorrer los escaso metros que quedan levantados de muro, subir a la torre de la televisión (la segunda construcción más alta de Europa tras la torre de Tv de Moscú), beber cervezas, zamparme un currywurst, visitar la cúpula del Reichstag o conocer la famosa galería de arte urbano Tacheles.



Estos son los destinos que más me han gustado de momento, aunque no necesariamente en el citado orden: Nueva york, Amsterdam, Londres, Puta Cana, Los Alpes, Ginebra, Denver...lugares mágicos de los que guardo un gran recuerdo. Berlín allá voy.