Las bases para los nuevos proyectos de la fundación CEAR en el continente africano para el próximo año ya están establecidas. La ONG que lucha por los derechos de los inmigrantes y refugiados tiene previsto acometer 23 proyectos en países del otro lado del estrecho.
A partir del 1 de enero de 2009 se inicia un plan para proporcionar a los habitantes de los barrios más desfavorecidos del país una vivienda digna. Para ello se invertirán 879.000 euros en mejorar las condiciones de alcantarillado, acceso al agua potable y electricidad de los pobladores del barrio de favelas Nouadhibou, en el sur de la capital, Noukchot. En un primer momento 75 familias se verán beneficiadas por esta actuación, aunque como señala la responsable de proyectos y sensibilización de CEAR en España, Ruth Kñallinsky, “esperamos que al final puedan ser muchas más las familias ayudadas dado que todavía estamos recaudando fondos”.
Otro parte importante del proyecto consiste en la concesión de microcréditos para la mejora de las condiciones de vida de los habitantes de Nouadhibou. Todavía no se ha precisado la cifra exacta del dinero que se destinará a estos créditos flexibles, que permitirán reformar casas, mejorar las huertas a los agricultores y fomentar pequeños negocios. La experiencia ha demostrado en otros lugares que este sistema de préstamo de capital sin intereses genera buenos datos de desarrollo en los lugares donde se ha aplicado. Anteriormente la Fundación CEAR puso en marcha durante el año 2005 un programa similar en el sur de Marruecos con unos índices de aceptación entre la población muy elevados.
Sin papeles
En Mauritania los “sin papeles” no viajan en cayuco pero son un problema social como en España igualmente. Una de las medidas que se pretende impulsar desde la Ong con sede en Tres Cantos es la petición a las autoridades de papeles para los pobladores de las favelas en las que habitan los más desfavorecidos. Los problemas generados por la falta de escrituras en las residencias de adobe y metal construidas precariamente son numerosos y van desde el robo del solar edificable en caso de catástrofe natural hasta la apropiación de las chavolas por narcotraficantes y mafias locales. Al no tener un papel que demuestre su propiedad están desprotegidos legalmente. Desde CEAR se trabajará para la concesión de estas edificaciones en propiedad para sus habitantes.
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