martes, 11 de noviembre de 2008

El fin de una leyenda

LA NBA pierde a uno de sus referentes baloncestísticos. Los Supersonics dejan la ciudad de la lluvia y se marchan a Oklahoma City. La ciudad del estado de Washington pierde un símbolo que marcó a una generación. A pesar de tener sólo un título, el conseguido en 1976, los Sonics entraron en los altares del baloncesto y encandilaron a una ciudad poco triunfadora en el mundo del deporte. El resto de grandes ligas norteamericanas, las dos de Baseball, la NFL de fútbol americano, la NHL de Hockey, incluso la MLS de soccer, no arraigan en la ciudad del skyline infinito. El motivo del traslado a tierras más cálidas se debe a que su nuevo dueño nació allí, en la capital de Oklahoma. El antiguo propietario del equipo, también dueño de la cadena Starbucks, se deshizo de la franquicia como un niño lo hace de un juguete roto. EL actual ha argumentado poco apoyo de las autoridades locales para la remodelación del Key Arena, el pabellón donde jugaban los Sonics. En fin, una ciudad pierde un equipo y otra lo gana, a pesar de las diferencias económicas entre ambas y que Seattle tienen un área metropolitana de 4 millones de habitantes y OK city apenas 1. Lo que siempre recordaremos los aficionados a la mejor liga de baloncesto del planeta es a Shaw Kemp y a Gary Payton discutiendo a Jordan y sus Bulls la supremacía en el basket mundial...siempre con sus colores, verde, blanco y oro. Go Sonics!.

1 comentario:

Anónimo dijo...

no hagas como si te interesara el basket