El final de The Shield

Grande. Me he demorado en mi escrito sobre The Shield, pero la espera ha merecido la pena. Cuando comencé a ver esta serie conecté con ella desde el principio. Sus guiones eran directos, sus tramas interesantes y sus personajes lograban transmitirme sentimientos enfrentados (como debe ser). Vic Mackey sin duda es uno de los tipos más deleznables de la televisión. Mata, engaña, miente, secuestra, traiciona. También es listo, amable, trabajador, y con unos valores familiares destacados. Sus amigos son otra de las cosas importantes. Aunque su vida es complicada, es directo: quiere lo que quiere y lo quiere para él.


El final de esta serie marca otro hito en la historia de los seriales. Pasó con Los Soprano y pasó con The Wire. Sentimos lo mismo con Hermanos de Sangre, incluso con Generation Kill. No queremos que se acabe pero lo hace y nos deja huérfanos de ese tiempo nocturno en que el humo acompaña a una buena sesión de capítulos. Por lo menos uno al día, totalmente necesario.
Su séptima y última temporada es un ejemplo de cómo dejar de hacer una serie cuando está en su cénit, cuando no se puede mejorar. Entonces es mejor que termine para que pase a formar parte de nuestras vidas. Para que tengamos la certeza de que dentro de unos años, quién sabe, tal vez lustros, recuperemos el viejo disco duro para visionar otra vez aquélla serie con la que convivimos en nuestra etapa universitaria (algunos ya hemos teminado esa maravillosa época, !ponéos las pilas el resto, huevones!).



Hablo de las series elegidas, que se pueden contar con los dedos de una mano, y que realmente perdurarán y no se quedarán en esos productos engrandecidos por esta vorágine de series que , en virtud del boom, hacen que las demandemos sin parar. Yo también me trago casi cualquier cosa.
Su séptima campaña, aparte de continuar la esencia de las 6 anteriores, resuelve un final perfecto, cerrado y sorpendente. No deja cabos sueltos y te deja la sensación de haber terminado en lo alto. Aunque nos pese su final, The Shield es eso. Grande.